Pecas:
Tu ausencia ya es notable,
Tu alegría, entrañable.
Un martes 06 de julio,
De una noche cualquiera,
Tu destino estuvo sellado,
Por un motociclista irresponsable.
No fui testigo de tu muerte,
Ni hubiera deseado serlo.
Me pregunto yo
¿Por qué la vida es injusta?
Sé que no se trata de justicia o injusticia
¿Es cuestión del destino?
Tampoco sabría responder.
Siempre me recibías afectuosamente,
Con un cariño inigualable,
Ya sea un día triste o alegre para mí,
Siempre estabas presente, con tu entusiasmo amigable.
Pecas: yo redimiré tu deceso:
En mis pensamientos,
En mis recuerdos,
En mis anécdotas,
En mis emociones
Sé que físicamente jamás volveré a palparte,
Y por más desconsuelo que me produzca,
Haré el esfuerzo de recordarte en los momentos afectuosos que tuve contigo
Será un proceso, lento, penoso, triste y melancólico,
Estas palabras que te escribo, servirán para atenuar en algo, mi tristeza.
Hasta pronto “Pecas”.
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